Uno de los juegos más míticos de los salones recreativos ha sido y será Pacman, con un planteamiento sencillo y un estilo gráfico muy diferente al canon de los juegos que presentaban sus competidores. La base jugable es muy sencilla, controlaremos una bola amarilla que irá comiendo bolitas más pequeñas por la pantalla. Si topamos con alguno de nuestros enemigos (unos fantasmas de colores) perderemos una vida, pero si somos capaces de comer las bolas más grandes, nos otorgarán poderes especiales que harán que los fantasmas salgan huyendo despavoridos, mientras tanto hay que aprovechar para limpiar la pantalla de bolitas. Los fantasmas tenían personalidad propia, hasta el punto de que su creador les dio su propio nombre. Eran Blinky (rojo), Inky (azul), Pinky (rosa) y Clyde (naranja). Mientras el fantasma rojo simplemente te perseguía alrededor del laberinto, el rosa intentará situarse 32 pixels en frente de la boca de Pac-Man. El azul buscará posicionarse en un punto similar al
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